SEROTONINA

Comprimida, encerrada. Por cada mirada tuya mi raciocinio se vuelve más pequeño. Me has estrujado tanto que al final nos quedamos sin tema de conversación y solo pude abrazarte por detrás mendigando un trozo de ti y de tu viscoso cerebro. 

Me arrebataste la serotonina, te la quedaste toda para convertirte en un ser que irradia una luz incandescente que quema y yo me quedé en la habitación sin luz. Me lo quitaste todo, hasta mi cuerpo, del que ya me he olvidado porque mi cabeza siempre está en ti. 

Me aburriste, por que no eras tú, era tu cara de bienqueda intentando aparentar que eres alguien normal y eso me aburre tremendamente. 

Me anulas, me estemeces, me engañas sin parar. Me mientes incluso cuando me besas, un beso que das por “compasión cristiana”.

Me has hecho un maratón en el corazón, por eso te muerdo cuando hacemos el amor, para devolverte todo el daño que me has hecho.  Te abriría en canal solo para ver si tienes corazón, y de tenerlo, no dudaría en romperlo.  La sutura la cosería con muchas comas, para poder respirar al final, y dejarme el margen de poder darte otro punto más, el punto y final. 

No Comments

Post A Comment